Expertos alertan de las «potentes explosiones» que pueden producir los estudios previos para hallar bolsas de petróleo
Ballenas, cachalotes, calderones y hasta ocho especies diferentes de cetáceos habitan en las aguas de la Comunitat. Los parajes protegidos de les Isles Columbretes y la Serra Gelada concentran una gran población del delfín mular del Mediterráneo. Pero la gran diversidad marina, tanto vegetal como animal, vive bajo una amenaza desde hace más de tres años. La de los posibles sondeos petrolíferos que una multinacional escocesa pretender realizar en las costas valencianas. Los ruidos que producen estos trabajos resultarían letales para los mamíferos.
«Los estudios sísmicos previos emiten unas explosiones tan fuertes que afectan hasta a los huevos de peces. Al dañarse su sistema auditivo, estos animales pueden llegar a cambiar su conducta normal», alertó José Antonio Esteban, biólogo del Oceanogràfic de Valencia. Y es que los cetáceos utilizan el sonido para comunicarse entre ellos, para orientarse e incluso para cazar a sus presas.
No se trata sólo de suposiciones. Esteban tiene la experiencia de Gibraltar. Allí pudo comprobar los devastadores efectos de las prospecciones petrolíferas para los mamíferos en esas aguas. «Los estudios iniciales para encontrar bolsas de gas y petróleo incluyen tiras enormes con micrófonos y cañones neumáticos que producen unos sonidos muy potentes. Estudiamos el comportamiento de los rorcuales comunes (ballenas) y, al empezar los sondeos, dejamos de oír sus sonidos. Dejaron de emitirlos porque se vieron obligados a modificar su trayecto de migración y eso es lo que podría ocurrir con los cetáceos de la Comunitat. Desconocemos el impacto final que podrían tener las prospecciones», aseguró el experto.
La especie del litoral valenciano más perjudicada sería la ballena, el segundo animal más grande del planeta, que puede medir hasta 27 metros de longitud. «El delfín es más adaptable y no sabemos cómo respondería. También se vería muy afectado el zifio de Cuvier», señaló Esteban.
Precisamente, el Estudio Acústico sobre la presencia de Cetáceos en las aguas litorales de la Comunitat, presentado ayer, refuerza la hipótesis de que las costas valencianas son un pasillo de migración anual para la ballena rorcual hacia o desde el mar italiano de Liguria.
«Se sabe que cada verano acude a esta zona transalpina para alimentarse y después pasa por el Mediterráneo para dirigirse a lugares que desconocemos. Nuestros resultados ofrecen un pico en su presencia en el mes de septiembre en dirección norte-sur», explico el biólogo.
El informe también confirma a los parques naturales de las Islas Columbretes y la Serra Gelada como dos de los puntos con mayor concentración de delfín mular del Mediterráneo.
En el caso de la Serra Gelada, estos mamíferos han encontrado en los peces que se concentran alrededor de las dos piscifactorías de la zona una fuente de alimentos que utilizan de forma continua. «Además, su presencia es constante en nuestras costas, algo que no ocurre por ejemplo en las aguas de Cataluña», afirmó el técnico.
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