El Consell fía el éxito de la privatización de Cacsa a un incremento radical del negocio de L'Oceanogràfic (ESPERA UN RENDIMIENTO DE 135 MILLONES EN 20 AÑOS)

JOAQUIM CLEMENTE . Hoy Los cálculos que ha realizado la Generalitat para la nueva externalización del acuario y L'Àgora obligarían al concesionario a más que duplicar su facturación

 

 

VALENCIA. El Consell hará público este lunes el pliego de concidiciones para renovar la gestión privada de L'Oceanogràfic, el acuario de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, al que añadirá L'Àgora y otros servicios como la restauración de todos los edificios del complejo y las tiendas de regalos que acoge el recinto.

 

Con el nuevo modelo de externalización, la Generalitat espera que la empresa pública Cacsa obtenga un rendimiento de 135 millones de euros en el periodo de vigencia del nuevo contrato, estipulado en 15 años más otros cinco de prórroga. 

 

Esta cifra, que es una estimación, supondrá, de confirmarse, un cambio notable en el coste que actualmente tiene que asumir Cacsa por la gestión externa de L'Oceanogràfic. El contrato que venció el año pasado por el que la empresa Parques Reunidos Valencia explota el recinto conllevaba el pago de un canon anual de 1,5 millones de euros por parte de la empresa pública a la concesionaria, al margen de un canon variable vinculado al resultado de explotación del parque. Como contrapartida, la empresa pagó a la sociedad pública un canon fijo de 0,6 millones anual (que también se fue actualizando) y una parte variable por los ingresos por entradas y ventas en restauración y mercadotecnia.

 

Estas cantidades, que se actualizaron con el IPC a lo largo de los 10 años de contrato supusieron que en 2012, Cacsa abonó a Parques Reunidos 3,65 millones de euros mientras que Parques Reunidos pagó tres millones a la sociedad pública. En resumen, a la Generalitat le costó algo más de medio millón de euros esta privatización.

 

LA INCÓGNITA DEL NEGOCIO

 

La forma en que la Generalitat espera obtener el rendimiento de 135 millones en los 20 años es una incógnita. Según ha informado el Consell en repetidas ocasiones, la intención es que el nuevo contrato no suponga ningún coste para Cacsa -como sí ocurre ahora- y que la concesionaria pague una cantidad fija como canon y una variable vinculada a los ingresos o al beneficio. 

 

Parques Reunidos Valencia obtuvo en 2012 un beneficio neto de tres millones de euros tras facturar 10 millones, de los que 3,65 millones fueron el canon y los variables abonados por el Consell. Sin esa cantidad, la rentabilidad de la empresa estaría en el límite de las pérdidas.

 

Sin embargo, la consellera portavoz, María José Catalá, aseguró este viernes que los cálculos estimados en la preparación del pliego apuntan a un beneficio estimado para la operadora de 66 millones de euros durante la vigencia del contrato. Se entiende que esta cantidad es limpia después de pagar la parte que corresponda a Cacsa.

 

Pero para obtener este beneficio la operadora deberá aumentar de forma notable el negocio y los márgenes que obtenga por el mismo. Aunque a L'Oceanogràfic se añadirá L'Àgora (cuyo uso ha sido testimonial desde su apertura) y todos los servicios de restauración y de mercadotecnia del recinto, parece complicado que los actuales siete millones de negocio real (descontando el canon que paga la Generalitat) se incrementen lo suficiente para que la concesionaria pueda afrontar un canon que, según el cálculo de la Generalitat, puede ascender a 6,7 millones al año (135 dividido entre 20) y además obtener beneficios netos de tres millones al año (66 millones entre 20).

 

REDUCCIÓN DE LAS NECESIDADES DE CAPITAL

 

A falta de la definición del concurso y del modelo de gestión que planteará Cacsa para la nueva etapa, el Consell estima que le supondrá no solo unos ingresos adicionales a los actuales sino también unas menores necesidades de fondos para la empresa pública. Prácticamente cada año el Consell debe realizar una ampliación de capital para cuadrar el balance. Los cálculos estiman los ahorros en necesidades de capìtal en 65 millones de euros por mejoras en el Ebitda de la empresa pública.

 

En todo caso, la publicación del pliego de condiciones para la gestión externa de L'Oceanogràfic y L'Àgora supondrán la confirmación del fracaso del intento de privatizar todo el complejo en su conjunto, que era la idea inicial y que se ha acabado desestimando ante la imposibilidad jurídica de poner en manos de empresas privadas un complejo que se construyó sobre suelo expropiado para una infraestructura pública.  

 

Fuente: valenciaplaza.com