El ícono de la Valencia moderna costó 1.200 millones y acumula pérdidas por más de 500
El Palau de les Arts cierra 4 meses al año y el Ágora sólo se utiliza como pista de tenis
La glamurosa Ciudad de las Artes y las Ciencias, ícono de la Valencia del siglo XXI y la muestra más clara de la política de grandes eventos impulsada por el PP en la Comunitat Valenciana, no parece un buen negocio: costó más de 1.200 millones de euros y acumula más de 500 en pérdidas. 2013 tampoco será un buen año: según las previsiones de la Conselleria de Economía, cerrará el ejercicio con números rojos por valor de 52 millones.
En 2012 ya perdió 44 millones.
Aunque ese año fue visitado, según cifras oficiales, por casi 3
millones de personas, los ingresos no cubrieron, ni de lejos, los costes
de la instalación. Así ha sido desde casi el inicio de la actividad de
la Ciudad de las Artes y las Ciencias ( Cacsa). La empresa de la Generalitat ha puesto al día sus cuentas hace poco reconociendo pérdidas por 480 millones.
2013 no será una excepción. Aunque el complejo de ocio y cultura ha ajustado sus gastos de funcionamiento y en 2012 despidió mediante un ERE a la mitad de la plantilla - 141 personas menos-,
los números no salen. Sólo serían positivos si la Generalitat
consiguiera vender unos terrenos en su día destinados a levantar unas
torres de pisos diseñadas por Santiago Calatrava que, probablemente, no
se harán nunca.
Como ese solar no se vende por la
parálisis total de la construcción de viviendas, las previsiones
positivas se transforman en pérdidas. Y los gastos siguen. Aunque el
Consell quiere privatizar la Ciudad de las Artes y las Ciencias con gran parte de su sector público empresarial, en 2014 Economía destinará 218 millones a Cacsa.
¿Un proyecto fallido?
Cacsa comprende el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, el Palau de les Arts, un puente sobre el viejo cauce del río Turia, un oceanográfico –de gestión privada-, un cine IMAX y un edificio multiusos, el Àgora, que costó 100 millones pero que apenas se utiliza una vez al año,
coincidiendo con el Abierto de tenis de Valencia que organiza Juan
Carlos Ferrero. El Palau de les Arts, una ópera que también acaba de
despedir a parte de su personal mediante un ERE, cierra 4 meses al año.